El ministro de Gobierno, Arturo Murillo, afirmó que el hecho de haberse confirmado técnicamente que fue el expresidente Evo Morales el que instruyó cerco a las ciudades es prueba para avanzar en proceso por sedición y terrorismo
La Razón Digital / Carlos Corz / La Paz
17:09 / 27 de febrero de 2020
El Centro Tecnológico de Investigación (CTI) de Colombia confirmó que es la voz del expresidente Evo Morales la que se escucha, en un video, instruyendo el cerco a las ciudades en medio de la crisis tras su renuncia, por lo que es la prueba para continuar las investigaciones por sedición y terrorismo contra la exautoridad, aseguró el ministro de Gobierno, Arturo Murillo.
“Tenemos la confirmación de que el audio (voz) es de Evo Morales. Mi criterio, es la prueba para que sigan las investigaciones y proceso contra Evo Morales por sedición y terrorismo”, sostuvo la autoridad consultada en torno al informe revelado este jueves por la Fiscalía sobre el video en el que el expresidente habla de protestas con el dirigente Faustino Yucra.
En noviembre de 2019, agentes de la Policía hallaron un video en el celular del hijo del líder sindical y procesado por narcotráfico, Yucra, a quien se lo ve conversar por teléfono con una persona cuya voz se atribuyó a Morales. Se le escucha instruir cercar las urbes para dejarlas sin alimento en el marco de las protestas que derivaron en su renuncia, el 10 de noviembre.
El audio fue enviado a un centro especializado para determinar si es o no la voz del exmandatario. El informe estableció que una de las voces tiene “alta probabilidad” de pertenecer a Morales, quien se encuentra asilado en Argentina.
Una vez revelado el audio, Murillo presentó la demanda en contra del exmandario por los delitos de terrorismo y sedición. Ahora dijo que “la Fiscalía va a continuar con los temas legales correspondientes que amerite, es un tema que sale de nuestras manos y está en manos de la Justicia”.
Yucra se encuentra prófugo, mientras que su hijo fue encarcelado tras ser detenido en medio de un desbloqueo en Yapacaní, en noviembre de 2019
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