MADRID, 30 Jun. (EUROPA PRESS) – Una misión de la NASA usará un globo mayor que un campo de fútbol para enviar un telescopio a 40.000 metros sobre la Antártida y estudiar un fenómeno que ahoga la formación estelar en algunas galaxias.
La misión, llamada Telescopio astrofísico estratosférico para observaciones de alta resolución espectral en longitudes de onda submilimétricas, o ASTHROS por sus siglas en inglés, utilizará un espejo primario (la principal herramienta de recolección de luz de este telescopio) que está empatado como el más grande que jamás haya volado en un globo de gran altitud.
La construcción del espejo de 2,5 metros concluyó este mes. Diseñarlo y construirlo resultó ser un desafío debido a dos demandas clave: el espejo y su estructura de soporte deben ser excepcionalmente livianos para viajar en globo, pero lo suficientemente fuertes como para evitar que la atracción de la gravedad de la Tierra deforme su forma parabólica casi perfecta en más de 2,5 micrómetros: una fracción del ancho de un cabello humano.
Administrado por el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, ASTHROS se lanzará no antes de diciembre de 2023, dando vueltas alrededor del Polo Sur por hasta cuatro semanas. El Programa Científico de Globos de la NASA, operado por la Instalación de Vuelo Wallops de la agencia en Virginia, lanza de 10 a 15 misiones de globos cada año. Estas misiones generalmente cuestan menos que las misiones espaciales y toman menos tiempo para pasar de la planificación inicial al despliegue, y emplean nuevas tecnologías que pueden usarse en futuras misiones espaciales.
En lo alto de la estratosfera, ASTHROS observará longitudes de onda de luz que están bloqueadas por la atmósfera de la Tierra, en un rango llamado infrarrojo lejano. Su gran espejo mejorará la capacidad del telescopio para observar fuentes de luz más débiles y resolver detalles más finos de esas fuentes, informa la NASA.
Esas capacidades son esenciales para el enfoque de la misión para estudiar la retroalimentación estelar, el proceso por el cual las nubes de gas y polvo, los ingredientes para formar estrellas, se dispersan en las galaxias, a veces hasta el punto en que la formación de estrellas se detiene por completo. Muchos procesos contribuyen a la retroalimentación, incluidas las erupciones de estrellas vivas y las muertes explosivas de estrellas masivas como supernovas.
ASTHROS observará varias regiones de formación estelar en nuestra galaxia donde tienen lugar estos procesos, creando mapas 3D de alta resolución de la distribución y el movimiento del gas. La misión también observará galaxias distantes que contienen millones de estrellas para ver cómo se desarrolla la retroalimentación a gran escala y en diferentes entornos.
El espejo primario ASTHROS presenta nueve paneles, que son significativamente más fáciles de fabricar que un espejo de una sola pieza. La mayor parte de los paneles de los espejos consisten en aluminio liviano, formado en una estructura de panal que reduce su masa total. Las superficies del panel están hechas de níquel y recubiertas de oro, lo que mejora la reflectividad del espejo en las longitudes de onda del infrarrojo lejano.
El fabricante del telescopio, la firma Media Lario, entregará la unidad completa del telescopio a la NASA a fines de julio. Después de eso, el equipo de ASTHROS lo integrará con la góndola (la estructura que sostiene toda la carga útil y se une al globo) y otros componentes clave. Luego comenzarán una serie de pruebas para asegurarse de que todo esté listo para el vuelo.