El promedio de bolivianos que reportó que no tuvo ingresos en el último año fue de 48%. En 2021, la cifra era de 39%.
Octubre de 2022.- Por segundo año consecutivo, Credicorp presentó el IIF, un estudio elaborado por Ipsos el cual analiza la relación entre las personas y el sistema financiero en Colombia, Bolivia, Chile, Ecuador, México, Panamá, Perú y Argentina. Este documento busca ser una herramienta para comprender los retos en inclusión financiera y tomar decisiones estratégicas de modo que más personas ingresen al sistema financiero formal.
Para la construcción del IIF se consideraron tres dimensiones: acceso, uso y calidad percibida. Asimismo, se definió una escala de 0 a 100, en la que un mayor puntaje significa un mayor nivel de inclusión financiera. Según el IIF, el promedio obtenido por los ocho países analizados es de 44.2, lo cual significa una mejoría de 6 puntos frente al informe de 2021.
Así, Panamá continúa liderando el IIF con un puntaje de 56.4. Le siguen Chile (52.3), Argentina (49),que se ubica en el tercer puesto, Ecuador (48.9), Colombia (44.7), México (41.5), Perú (39.8) y Bolivia (38.3), que retrocede levemente frente a 2021. Según se muestra en los resultados particulares para Bolivia, el incremento en el comercio informal a raíz de la pandemia y la crisis económica de Argentina tuvieron un impacto en el nivel de inclusión financiera del territorio nacional.
Si bien se evidencia una mejora general de la región, en todos los países medidos, los grupos que tienen el nivel de inclusión financiera más bajo son los mujeres, las personas de mayor edad, los habitantes de áreas rurales, las personas con menor nivel educativo, las personas con un nivel socioeconómico más bajo, los trabajadores informales y las personas sin acceso a internet, entre otros grupos poblacionales.
En el contexto local, el 60% de los bolivianos reconoce que no ha logrado ahorrar en el último año. La principal barrera por la cual los bolivianos indican no haber podido ahorrar, según se evidencia en el estudio, es que los ingresos son insuficientes. Es decir, responde más a una causa externa. El promedio de bolivianos que reportó no haber podido obtener ingresos en el último año fue de 48%, una cifra que escaló desde el 39% del 2021. Chile y Bolivia son los únicos países en donde este porcentaje crece.
No obstante, a la barrera referida a la falta de ingresos siguen respuestas que afirman que no les interesa o no necesitan ahorrar. “A pesar de ser un porcentaje importante, Bolivia tiene un mayor número de personas que pudieron ahorrar si es que lo comparamos con Chile (66%), Colombia (75%), México (68%), Perú (73%) y Argentina (77%)”, explica Javier Ichazo, Head de Microfinanzas en Credicorp.
Se resalta el hecho, además, que del porcentaje que sí ahorra, un 30% indicó que guarda el dinero en su casa, una práctica que se repite en todos los países de la región.
La dimensión de acceso es la única que creció respecto al 2021 en Bolivia. Y aquí resalta el aumento en el conocimiento de productos financieros y en la tenencia de créditos. La tarjeta de crédito, las cuentas de ahorro y los créditos para un negocio son los productos más populares entre los bolivianos. De hecho, tres de cada 10 bolivianos ya conocen al menos 10 productos financieros. No obstante, un 11% afirma no conocer ninguno, el porcentaje más alto de la región. Asimismo, se resalta el dato de que casi la mitad de la población (47%) ya conoce lo que es una billetera móvil, lo cual demuestra el potencial de descentralización de un producto como este.
“Sobre la facilidad de la descentralización y acceso, vemos en el índice que existe una correlación muy fuerte entre la inclusión financiera y el acceso a internet. Aquellos que cuentan con este servicio duplican en puntaje en el ránking respecto a los que no lo tienen. La cifra a nivel regional es de 48.5 versus 24 puntos. Y una figura similar se repite en cada país. Esto indica que parte esencial de la inclusión financiera como la conocemos en el 2022 implica tener una conexión ya sea en casa o en el celular”, afirmó Ichazo.
Por otro lado, en Bolivia existe un nivel alto de confianza en el sistema financiero: en una escala del 1 al 5, nuestro país puntúa 3,23 ante una media regional de 3,05. “Que la gente no esté ahorrando en entidades formales no es un escenario que se presenta solo en Bolivia. Los ingresos han bajado y, por ende, las capacidades de ahorro. En este sentido, percepción sobre el sistema financiero formal sigue en un terreno positivo”, explica Ichazo.
Visto en porcentajes, un 42% de bolivianos indica confiar en las entidades financieras. Junto a Panamá, son los países con la mejor evaluación en cuanto a la imagen de estas organizaciones. Estas son muestras de que el sistema financiero boliviano transmite confianza.
“Al ser un documento vivo, que se renueva año a año y que contiene valiosa información sobre ámbitos como la equidad de género, la digitalización, los accesos a servicios financieros, educación esencial y datos de corte laboral, confiamos en difundir material de consulta completo y actual que ayude a mejorar y analizar las políticas públicas en torno a la inclusión financiera”, finalizó Ichazo.
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