MADRID, 21 Mar. (Portaltic/EP) –
La herramienta ‘Control del Ciclo’ de iPhone y Apple Watch contribuye en la investigación sobre la salud menstrual realizado por la compañía tecnológica, cuyos resultados preliminares ayudan a entender la relación entre las irregularidades prolongadas en el periodo, el síndrome de ovario poliquístico, la hiperplasia endometrial y el cáncer
‘Control del Ciclo’ es una prestación de salud presente en la ‘app’ Salud en iPhone y como aplicación independiente en Apple Watch, que permite registrar el ciclo menstrual así como los síntomas y resultados de pruebas de ovulación.
Esta prestación utiliza la información de los periodos anteriores y la duración de los ciclos, así como los datos de frecuencia cardiaca del Apple Watch, para predecir el inicio del próximo periodo o de los días fértiles.
En iOS 16 y watchOS 9, también indica si el historial registrado durante los últimos seis meses muestra indicios de periodos irregulares, infrecuentes o prolongados, o manchado persistente, datos que pueden estar relacionados con distintos problemas de salud.
Se trata de datos que se han utilizado en último estudio de Apple sobre salud de la mujer para ampliar los conocimientos científicos sobre la relación entre las irregularidades prolongadas en el periodo, el síndrome de ovario poliquístico, la hiperplasia endometrial y el cáncer.
Esta investigación se realiza en colaboración con la Facultad de Salud Pública T.H. Chan de Harvard y el Instituto Nacional de Ciencias Medioambientales de Estados Unidos, y tras hacer un análisis preliminar de más de 50.000 participantes, se han compartido ahora los resultados provisionales.
En concreto, en la investigación se diagnosticó al 12 por ciento de las participantes del síndrome de ovario poliquístico, y de ella se desprende que este síndrome incrementa en más de cuatro veces el riesgo de desarrollar hiperplasia endometrial (precáncer de útero) y más de 2,5 veces el riesgo de desarrollar cáncer de útero.
El ciclo del 5,7 por ciento de las participantes había tardado cinco años o más en alcanzar la regularidad a partir del primer periodo. Las participantes de ese grupo tenían más del doble de riesgo de padecer hiperplasia endometrial y más de 3,5 veces el riesgo de padecer cáncer de útero respecto a las mujeres cuyo ciclo se había regulado en menos de un año.
Estos datos se unen a otros compartidos con anterioridad por el equipo del estudio de Apple sobre salud de la mujer, centrados en las alteraciones del ciclo menstrual, como periodos prolongados e irregulares, que pueden ser indicio de síndrome de ovario poliquístico, fibromas uterinos, enfermedades de avance progresivo e infecciones
El 16,4 por ciento de las participantes tenía alteraciones del ciclo menstrual. Y según las conclusiones, publicadas en el American Journal of Obstetrics and Gynecology, la prevalencia de periodos infrecuentes era un 33 por ciento superior entre las mujeres negras respecto a las blancas no hispanas, y la prevalencia de periodos irregulares era mayor entre las participantes asiáticas.
Una vez demostrado lo comunes que son los síntomas menstruales, el equipo de investigación determinó que los síntomas más habituales eran los calambres abdominales, la hinchazón y la fatiga. Entre todas las participantes que habían registrado sus síntomas, más del 60 por ciento tenía esos tres, más del 50 por ciento tenía acné y dolor de cabeza, y el 37 por ciento tenía otros síntomas menos reconocidos, como diarrea y trastornos del sueño.
Tras analizar más de 125.000 ciclos menstruales, el equipo concluyó que estos se alargaban ligeramente cuando coincidían con la vacuna de la Covid-19, pero que volvían a tener la duración habitual en el ciclo siguiente.
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