Los investigadores de Google quieren dotar a los auriculares inalámbricos tipo buds con tecnología de cancelación de ruido activa (ANC, por sus siglas en inglés) de funciones de monitorización de señales fisiológicas como el ritmo cardiaco con la audiopletismografía.
La pletismografía es una técnica de medición de la capacidad pulmonar y la presión arterial mediante los cambios en el volumen de gas en los pulmones o del sistema arterial, respectivamente, para detectar enfermedades.
Google quiere aprovechar la popularidad de los auriculares inalámbricos con ANC para realizar mediciones similares utilizando el sonido, lo que denomina audiopletismografía, y que sigue a técnicas que ya se utilizan en relojes y pulseras de actividad para detectar los cambios en la presión sanguínea con la luz (fotopletismografía) y los electrocardiogramas.
Los auriculares inalámbricos de tipo buds con ANC tienen micrófonos de retroalimentación que recogen el sonido ambiente para generar una señal igual opuesta que al reproducirla ofrece un sonido sin ruidos del exterior con ayuda de un algoritmo. Al tiempo, ayudan a reproducir una voz clara en las llamadas.
Estos micrófonos, como explican desde Google, “pueden detectar o registrar muchas señales biológicas dentro y fuera del canal auditivo”, como los latidos del corazón o las respiraciones, es decir, pueden realizar una detección pasiva” de señales fisiológicas que anticipen problemas de salud.
Pero la ANC tiene el inconveniente de que en los auriculares se utilizan filtros de paso que evitan la saturación de los ruidos, de tal forma que “la calidad de la señal de la escucha pasiva en el canal auditivo también depende en gran medida de las condiciones de sellado de los auriculares”, como explican en el blog oficial de Google Research.
La técnica con la que han trabajado en Google, la audiopletismografía, sortea las limitaciones del ‘hardware’ mediante el envío de una señal de sondeo de ultrasonido de baja intensidad que genera un eco que reciben los micrófonos de retroalimentación integrados en los auriculares.
“Observamos que, como el volumen de los canales auditivos cambia ligeramente con las deformaciones de los vasos sanguíneos, los latidos del corazón modularán estos ecos ultrasónicos”, exponen en el texto de la investigación.
La firma tecnológica ha dedicado ocho meses a este estudio, que ha contado con 153 participantes. A modo de conclusión, señalan que la audiopletismografía “exhibe una alta resiliencia a los artefactos de movimiento, cumple con las normas de seguridad con un margen de 80 dB por debajo del límite, no se ve afectado por las condiciones del sellado e incluye todos los tonos de piel”.
Su propuesta permite convertir cualquier auricular inalámbrico de tipo buds con ANC en un dispositivo de detección de salud de bajo coste, ya que solo requiere una actualización de ‘software’ para dotarlo de estas nuevas capacidades.
Los investigadores de Google han presentado este estudio en la última edición de MobiCom, una conferencia anual dedicada a la computación móvil y las redes, que se celebró a principios de mes en Madrid. No es la primera firma tecnológica que se fija en el potencial de estos dispositivos para monitorizar la salud de los usuarios.
Apple, por ejemplo, busca posicionar mejor los auriculares AirPods Pro y Max en el mercado de los audífonos al dotarlos de capacidades para verificar al audición y medir la temperatura corporal a través del canal auditivo, como ya ha adelantado en alguna ocasión el analista de Bloomberg Mark Gurman.
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