“A la luz de los indicadores que deja la gestión 2023, urge tomar decisiones inteligentes y valientes, la hora del sinceramiento ha llegado. El Instituto Nacional de Estadística (INE) da cuenta que Bolivia crece; que hay baja inflación; que la desocupación ha caído, es verdad, pero, del análisis de tales indicadores y otros relacionados -déficit fiscal, deuda pública, nivel de Reservas Internacionales Netas, acceso a los dólares, abastecimiento de combustibles- debemos respondernos desapasionadamente: ¿Crecer por debajo del 3% es lo mejor que podemos hacer? ¿Quién garantiza que la inflación menor al 1,5% de hoy se mantenga a futuro? ¿Los empleos son dignos y de calidad? Y, algo de fondo: ¿Estamos dando la importancia que merece el comercio exterior, siendo que tiene que ver directamente con el desempeño de la economía, la estabilidad y la calidad de vida de las personas? El bajo crecimiento y el retorno al déficit comercial en 2023 muestran que, no”, dijo el Gerente General del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Lic. Gary Rodríguez, en conferencia de prensa realizada en Santa Cruz de la Sierra
Rodríguez dijo que para crecer más, garantizar la estabilidad y superar la precarización del empleo, urge un trabajo sinérgico-público privado, para que más dólares vengan al país por exportación y baje la salida de divisas por el mayor consumo de producción nacional; para ello, se debe mejorar el entorno para invertir y producir:
“La apertura del mercado de la China para exportar carne bovina es un buen ejemplo de trabajo público/privado; en el campo de la sustitución competitiva de importaciones, también está el trabajo conjunto del Programa Etanol que beneficia al país”, dijo. “Temas como seguridad jurídica; propiedad de la tierra; castigo al avasallamiento; sanción a los bloqueadores; eliminación de cupos a la exportación; pleno uso de la biotecnología en el agro; incentivo a la producción de biodiésel en el sector privado; y, productividad/competitividad, deben ser parte de una agenda público-privada, especialmente frente a un 2024 complicado en el ámbito internacional (inflación, desaceleración, guerra Rusia-Ucrania, conflicto Israel-Hamas, baja de cotizaciones, dificultades de transporte y logística) y en lo interno (elecciones judiciales; Censo de Población y Vivienda; elecciones primarias; normal abastecimiento de combustibles, disponibilidad de dólares)”, señaló. “Nadie nos va a regalar un solo dólar, cada país tiene sus propios problemas, dependemos de nosotros mismos para dar solución a nuestras carencias y poder desarrollarnos más, en nosotros están las soluciones… ¡lo podemos y lo debemos hacer!”, sentenció.
CAÍDA PORTENTOSA DE EXPORTACIONES, MÍNIMA CAÍDA DE IMPORTACIONES
“Para que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) sea tan bajo en 2023 -muy distante del 4,86% esperado- una de las explicaciones ha sido el derrumbe de las exportaciones. Según datos del INE a octubre, las exportaciones de Bolivia sumaron 9.232 millones de dólares (sin reexportaciones ni efectos personales), bajando 22% en valor y 17% en volumen comparadas a igual lapso del 2022. La caída generalizada de precios internacionales; la baja producción de hidrocarburos y de bienes no tradicionales, los insufribles bloqueos, la tardía asignación de cupos y las rencillas políticas, han hecho que las exportaciones hayan sufrido una de las mayores caídas históricas, por 2.523 millones de dólares, en la gestión que termina”, señaló Rodríguez. ¿Cuánto cayeron las exportaciones del país? Los Hidrocarburos, 32%; las No Tradicionales, 27% y los Minerales, 13%.
“Las importaciones a octubre suman 9.491 millones de dólares, apenas 2% menos en valor pero con una subida del 2% en volumen, mostrando que -aunque la exportación se desplome- las compras se mantienen porque Bolivia depende del abastecimiento externo: cerca del 85% de lo importado son combustibles, insumos, bienes de capital y equipos de transporte, de ahí la importancia de que no falten dólares para su compra, lo que se debería lograr, idealmente, con ventas externas, incentivando el mayor desarrollo posible de las Exportaciones No Tradicionales, principalmente las del sector agropecuario/agroindustrial y forestal/maderero”, dijo Rodríguez. Las importaciones de bienes de capital y equipos de transporte subieron; los combustibles e insumos, bajaron.
RETORNO AL DÉFICIT COMERCIAL, EL ÚLTIMO FUE EN 2019
Comparativamente a enero-octubre del 2022, las exportaciones del 2023 cayeron 2.523 millones de dólares, mientras que las importaciones apenas bajaron 240 millones; con ello, luego de 3 años consecutivos de superávit entre 2020 y 2022, Bolivia vuelve al déficit comercial en la presente gestión, con 177 millones de dólares.
En términos de Grandes Categorías Económicas, el país detenta superávit comercial en su intercambio con el mundo, en los rubros de Alimentos y Bebidas y, en Suministros Industriales; sin embargo, es deficitaria en el comercio de Combustibles y Lubricantes; Bienes de Capital; Equipos de Transporte y en Artículos de Consumo.
Las exportaciones de Bolivia habían registrado el año 2022 un hito histórico por 13.600 millones de dólares; se calcula que este año estén en alrededor de 11.000 millones de dólares, cifra similar al de las importaciones.
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