PlayStation y AMD se han embarcado en una nueva colaboración con la que buscan crear una arquitectura “ideal” para el aprendizaje automático que beneficie a las videoconsolas y democratizar el acceso a esta tecnología.
El arquitecto jefe de PlayStation 5 y PlayStation 5 Pro, Mark Cerny, ha detallado en un seminario técnico las novedades que impulsan los gráficos en la nueva videoconsola de Sony, que llegó al mercado a principios de noviembre.
Estas se basan en una GPU más grande, una tecnología de trazado de rayos avanzada y el uso del aprendizaje automático para escalar la resolución; elementos que tienen detrás más trabajo y que Sony ha compartido ahora, anticipando también lo que esperan conseguir en el futuro.
El aprendizaje automático o inteligencia artificial tiene un papel importante en la nueva PS5 Pro, porque es la tecnología que permite impulsar el rendimiento y ofrecer gráficos más precisos y a resoluciones más altas.
Para ello, se ha implementado una GPU más grande de la mano de AMD, en la que han utilizado una arquitectura híbrida rnd, con rdn2 en la base y parte de las características de rdn3. Se ha acompañado, además, de una memoria más grande que soporte esta nueva GPU y sea más rápida.
En este caso, Sony ha optado por una RAM GDDR6, que admite un ancho de banda de 576GB/s (frente a los 448GB/s de PS5), pero también ha incluido una RAM DDR5 más lenta que se encarga de una parte importante del trabajo del sistema operativo, para dejar la RAM más rápida a los juegos y tecnologías como el trazado de rayos y el escalado de resolución.
La GPU de PS5 Pro cuenta con 30 procesadores de grupos de trabajo (WGP), frente a los 18 de la GPU de PS5, es decir, un 67% más, lo que incrementa los flops también en un 67%, según Cerny, hasta alcanzar los 16,7teraflops, manteniendo una frecuencia de operación de 2,17GHz.
En conjunto, con la GPU se incrementa en 1,45x la velocidad de renderizado. Como ha explicado el arquitecto jefe, si un juego a 60fps tarda 16 milisegundos en renderizar una imagen en PS5, lo hará en once milisegundos en PS5 Pro.
A ello se le añade que la velocidad del trazado de rayos avanzado se ha duplicado o triplicado, según el caso de uso, gracias a que la GPU tiene un 67% más de WGP.
PROYECTO AMETHYST
Según ha asegurado Cerny, la compañía inició los trabajos en PS5 Pro en 2020, “antes incluso de que PS5 se hubiera lanzado”, con el objetivo de llevarla al mercado en 2024. Y de cara a mejorar las tecnologías que dotarán a las videoconsolas en el futuro, ha anunciado una nueva colaboración con AMD.
Se trata de proyecto ‘Amethyst’, y tiene dos metas principales: crear una arquitectura “más ideal” para el aprendizaje automático, y democratizar el uso del aprendizaje automático entre los desarrolladora de juegos.