Ante las demandas de grano del sector avicultor, los productores plantean acudir a eventos de semilla genéticamente modificada para garantizar el suministro a los pecuarios y evitar el crecimiento de la oferta de maíz contrabando.
La Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) propone que, para garantizar el abastecimiento de maíz y no se genere una posible crisis alimentaria, el Gobierno viabilice el uso de eventos de semilla genéticamente mejorada.
“Con el uso de la biotecnología en maíz, podemos incrementar los rendimientos en un 80% y pasaríamos de una producción promedio anual de 650 mil toneladas a una de 1,2 millones de toneladas de grano. Esto quiere decir que habría 550 mil toneladas adicionales para garantizar el abastecimiento del mercado interno y hasta excedentes para las exportaciones”, aseveró el presidente de ANAPO, Fidel Flores, como líder del sector que produce el grano de maíz amarillo duro, destinado para el consumo de importantes cadenas pecuarias alimenticias.
Desde el punto de vista de los productores, el país tiene la oportunidad de dejar de ser importador de grano de maíz y convertirse en exportador con los excedentes. Empero, el principal problema que genera incertidumbre en los sectores pecuarios de Santa Cruz, respecto al abastecimiento de grano de maíz, es que cada año que pasa disminuye la superficie de siembra y la cantidad de producción debido al ataque de plagas y la sequía.
La pasada semana, desde la Asociación de Avicultores de Santa Cruz (ADA) explicaron que la falta de provisión del grano está complicando la producción de pollos en las granjas que operan en distintas zonas del departamento. Se quejaron por la burocracia estatal en la venta de maíz y por la reducción en los cupos respectivos para los avicultores.
De acuerdo con información de Anapo, en la actualidad el sector pecuario está a la vera del maíz de contrabando, proveniente de Argentina. En ese país, el 100% de la producción de maíz es con semilla genéticamente mejorada ya que los productores tienen acceso a la biotecnología, lo que los hace más productivos y competitivos. “Estamos en riesgo de que, por falta de acceso a la biotecnología, el país pierda soberanía alimentaria en la producción de maíz y dependa del contrabando para garantizar el abastecimiento del mercado interno”, indicó Flores.
Zonas para el maíz genéticamente mejorado
El Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (INIAF), como instancia técnica pública, cuenta con un estudio de zonificación para el uso de maíz genéticamente mejorado en Bolivia, que establece con claridad las zonas de producción y descarta territorios indígenas, áreas protegidas o reservas forestales; además, disminuye al mínimo el impacto en las áreas donde se encuentran especies de diversidad.
“La zonificación del uso de maíz genéticamente mejorado es el camino que debería viabilizar el uso de esta tecnología para los productores maiceros principalmente de Santa Cruz”, aseveró el presidente de Anapo. “Es importante -dijo- disponer de esta tecnología para mejorar la productividad y hacer frente al ataque severo de plagas, como el gusano cogollero que ocasiona perdidas productivas cuantiosas a los productores”. Este ataque agresivo de gusanos, además, eleva de forma considerable el costo de la producción por la cantidad de aplicaciones de agroquímicos que se hacen para hacer un control, que puede llegar a 7 u 8 veces de utilización.
Para Anapo, mientras no se apruebe el uso de nuevos eventos de semilla genéticamente mejorada para el cultivo de maíz, es improbable pensar en abastecer la demanda existente a través de la importación de grano porque, de acuerdo con la normativa vigente en el Reglamento de Bioseguridad, el Senasag no puede emitir permisos fitosanitarios para la internación de productos producidos con eventos de biotecnología no autorizados en el país, como es el caso del maíz, ya que la producción disponible de los países vecinos resulta de esta tecnología.
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