MADRID, 9 Ago. (Portaltic/EP) –
Dyson lanzará al mercado a finales de agosto uno de los productos tecnológicos más esperados del año: Dyson Zone. La multinacional británica entra en el mercado del audio, pero lo hace subiendo la apuesta y creando una categoría única en el mundo: unos cascos de diadema a los que se puede anclar una visera que purifica el aire, filtrando hasta el 99% de la contaminación por partículas y ofreciendo una experiencia sin igual. En Portaltic hemos podido probarlos antes de que salgan a la venta y os vamos a contar nuestras primeras impresiones.
Al ver esta curiosa visera purificadora muchos habrán pensado en el Covid, pero Dyson lleva desde 2018, antes de que la pandemia llegase a nuestras vidas, trabajando en esta idea. La creciente contaminación de las grandes urbes sería la principal motivación para crear un producto así, y es casi obligatorio empezar hablando de este accesorio (decimos accesorio porque se pueden usar los cascos de manera independiente) al hacer la review de Dyson Zone.
Al sacar los auriculares de su caja, lo primero que tenemos que hacer es colocar los filtros -similares a los HEPA de otros productos de la marca- bajo las dos cubiertas de los cascos, por encima de donde se ubicarán los altavoces o el procesador de audio. La instalación no puede ser más fácil, como acostumbra Dyson en todos sus dispositivos. Y ahí empieza la magia. La visera, de un material súper flexible, se coloca con un sistema de imanes, se ajusta al gusto de cada usuario, y -al presionar el botón correspondiente- empieza a bombear aire limpio por un conducto hacia la nariz y la boca (sin contacto directo de los materiales con nuestra cara).
La sensación es muy agradable y, pese a que el ventilador gira a una velocidad máxima de 9.750 revoluciones por minuto y aspira hasta dos litros y medio por segundo, no se percibe ningún sonido o vibración que resulte molesto a la hora de escuchar música o consumir contenido audiovisual. Resulta más evidente el sonido del flujo de aire que se dispara, aunque tampoco afecta a la experiencia sonora, que comentaremos a continuación.
Según el fabricante, su sistema filtra hasta el 99% de la contaminación por partículas de al menos 0,1 micras, y los gases ácidos como el NO2 o el SO2. A cambio, los usuarios tendrán que llevar esta ‘visera sin contacto’ que parece sacada de una película de ciencia ficción, lo que provoca -a la fuerza- las miradas de los curiosos cuando se utiliza por la ciudad o durante los viajes en tren o avión, que entendemos que es su principal caso de uso, no solo para respirar aire limpio sino también para evitar malos olores.
UNA EXPERIENCIA DE SONIDO SOBRESALIENTE
Dejando la visera de lado, que será lo que ocurra en muchas ocasiones, el sonido que ofrecen los Dyson Zone es sobresaliente. Estos auriculares permiten reproducir frecuencias de 6 Hz a 21 kHz, más allá de donde llega el oído humano, garantizando que se escuche cada nota de música o palabra. Asimismo, los ingenieros de Dyson han creado un ajuste de ecualización que optimiza la curva de frecuencias para obtener un audio claro en toda la gama de frecuencias audibles y ofrecer así una experiencia de audio de alta fidelidad.
A esto se suma un sistema de cancelación de ruido activa (ANC, por sus siglas en inglés) que nos ha sorprendido gratamente. Los auriculares utilizan ocho micrófonos -de los once disponibles- para monitorizar el ruido del entorno 384.000 veces por segundo y el resultado es una cancelación de ruido muy natural (de hasta 38 dB), sin esa sensación enlatada que se puede dar en otros auriculares que prometen un aislamiento total del ruido exterior. Bastan dos golpes en el centro de la copa izquierda para activarlo o desactivarlo.
Otro aspecto fundamental para una buena experiencia es que los cascos sean cómodos. Pese a que los Dyson Zone son bastante más pesados que los modelos de la competencia (585 gramos sin contar con la visera), la almohadilla de la parte superior de la diadema y las de los propios cascos, donde colocamos las orejas, son muy agradables, lo que hace que se nos olvide -a ratos- ese peso extra.
Por otro lado, tenemos la posibilidad de personalizar el audio a nuestro gusto a través de la app ‘My Dyson’, al tiempo que vemos la información sobre la calidad del aire en la pantalla del móvil. Todo de una forma muy intuitiva. Aquí también se puede consultar la batería. Dyson promete hasta 50 horas de autonomía con la cancelación de ruido activa, lo cual es una auténtica pasada, pero hay que tener en cuenta que si queremos usar la visera purificadora al mismo tiempo el consumo se dispara.
OTROS ASPECTOS A TENER EN CUENTA
Tal y como comentábamos previamente, el tema de la batería es algo que Dyson tiene que ver cómo gestionar. Quienes solo quieran escuchar música y utilizar los cascos para consumir contenidos audiovisuales, pensarán que la batería es infinita. Sin embargo, la autonomía cae drásticamente si se activa la visera purificadora: 4 horas con la intensidad más baja, 2.30 horas en el modo intermedio y 1.30 horas a toda potencia. No poder usar esta función en un trayecto largo de tren o autobús es una pena.
Asimismo, nos resulta extraña la decisión de la compañía de no tener un botón específico para apagar los cascos. Dyson Zone cuenta con una función de encendido y apagado automático y la marca asegura que, de esta forma, ahorra energía activando el ‘modo reposo’ cuando te los quitas. Sin embargo, durante nuestra prueba no siempre funcionaba bien y tocaba desconectar el bluetooth manualmente desde el móvil para poder escuchar el contenido por los altavoces del ‘smartphone’.
El resto de la botonera, sin embargo, nos parece de lo más interesante, con un pulsador para la intensidad del flujo de aire (que también sirve para emparejar el bluetooth si lo dejamos apretado) y un joystick de cuatro direcciones en el lado derecho, desde el que controlaremos el volumen, pasaremos de canción o activaremos el asistente de voz.
Otro apartado en el que tenemos que incidir es el peso. Pese a que se entiende el esfuerzo de Dyson en introducir tanta tecnología en un mismo dispositivo, los auriculares resultan demasiado pesados. También son grandes, aunque esto es algo que queda eclipsado por su cuidado diseño de estilo industrial, con unos acabados muy ‘premium’, que le aportan carácter y hacen que no se repare demasiado en el tamaño (al menos cuando los llevas puestos).
En definitiva, se nota que es una primera generación y que queda trabajo por hacer, pero los mimbres son excelentes y seguro que Dyson afinará al máximo posible para hacerse hueco año tras año en esta categoría de producto tan competida. Los Dyson Zone saldrán a la venta por 899 euros y cómo los aceptará el mercado es toda una incógnita, ya que estamos hablando de un producto que no tiene con qué compararse. Lo que está claro es que los ingenieros de Dyson nunca dejan de sorprendernos. ¿Qué será lo próximo?
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